Se consideran minerales esenciales a aquellos que, independientemente de la concentración, son imprescindibles para llevar a cabo diversas funciones fisiológicas en organismo de los animales. Estos elementos actúan como integrantes de tejidos, catalizadores, participan en el transporte de energía, son conectores de impulsos nerviosos, entre innumerables aportes.
En el territorio argentino se han reportado carencias minerales diversas siendo las principales carencias minerales de cobre, calcio, yodo, magnesio, fósforo, zincs, sodio y selenio, en distintas regiones del país
Implementación de la tecnología de la suplementación
La correcta suplementación mineral debe proporcionarse de manera que el animal tenga acceso libre y permanente a la fuente. Es deseable que esta fuente contenga los elementos requeridos para el correcto desempeño productivo y reproductivo.
El principal requisito del suplemento mineral en lo relacionado a la calidad es que la composición responda a los requerimientos puntuales del rodeo considerando categoría, edad, estado fisiológico, objetivo productivo, entre otros. A los fines de graficar el concepto una vaca durante el último tercio de la gestación ve incrementada de manera significativa sus requerimientos, no solo de minerales. Esta situación implica que el metabolismo de los bovinos esté en condiciones sobreexigidas (máxime en situaciones de restricción de alimentos por calidad o cantidad) y genera una predisposición mayor a sufrir deficiencias nutricionales.
La característica individual y más importante en la calidad del suplemento es que coincida con las necesidades del ganado y que de preferencia se tome en cuenta el contenido de minerales en forraje y agua de bebida consumida.
Las deficiencias (en este caso mineral) son producto de desbalances entre el aporte de minerales no se corresponde con los de la dieta, pudiendo ser esta inadecuada en calidad o cantidad. A este tipo de deficiencias se las encuadra como enfermedades metabólicas o de la producción. Las mismas han sido reportadas en la gran mayoría de regiones en donde se realiza la ganadería y, tal como expresó Bavera en 2006, son responsables de importantes pérdidas económicas en los rodeos bovinos para carne y leche.
En función de la oferta que se encuentra en el mercado y que son productos que no tienen características observables a simple vista, es fundamental realizar una adecuada selección del producto a incorporar en la dieta. Para ello, el mismo debe contar con rotulo o etiqueta en el que se detalle la lista de ingredientes con la concentración de cada uno de ellos y la forma en la que se encuentra (sal, quelato, etc.), los datos del laboratorio que garantice dicha composición y, no menos importante las indicaciones de forma y dosis a suministrar. Esta información, tanto para una correcta evaluación como una correcta formulación o adecuación para suplir las carencias, debe contrastarse con el análisis de agua correspondiente (en lo posible de todas las fuentes disponibles del establecimiento) y de los recursos forrajeros que los animales consumen o consumirán dentro de la planificación forrajera.
En general, en aquellos establecimientos donde el rodeo tiene una dieta pastoril más rica en lo que refiere a diversidad, los aportes de minerales son mayores productos de las composiciones particulares de los recursos consumidos. En aquellos establecimientos en los que un recurso particular (desde una pastura templada a una megatérmica), debe prestarse atención al tipo de suplemento mineral a suministrar. Lo anterior en función de que el espectro de aportes vía forraje se estrecha.
Formas de presentación
Las presentaciones comerciales de los suplementos minerales se encuentran principalmente como sal mineralizada, bloques sólidos (cubos, prismas), o suplementos líquidos. Con respecto a la administración hay que destacar que tanto las sales mineralizadas como los bloques sólidos pueden ser formulados para solubilizar en agua. En este último caso, el análisis de agua no solo es fundamental considerando el aporte de minerales que realiza sino también debido a que en función del contenido y características de las sales puede presentar antagonismo con la solubilidad de las mismas encontrándose que precipitan en el fondo del tanque australiano o del bebedero.
De las formas mencionadas la que presenta los resultados más erráticos es la presentación en forma de bloques. En muchos casos, buscando durabilidad de los mismos a las condiciones de precipitación, se les otorga una dureza excesiva. La dureza excesiva actúa en detrimento del consumo y, por ende, de la captación de minerales que de principio son deficientes. Formas de suministro como las sales en polvo requieren de una infraestructura adecuada que no solo proteja del agua sino también del viento. Las sales en esta presentación suelen ser de una granulometría fina siendo susceptibles a las voladuras. A su vez, la exposición del suplemento a la humedad modifica las características del mismo y su consumo. Por ejemplo, algunos ven modificada su solubilidad o agregarse las partículas formando grandes bloques de extrema dureza. Estas situaciones disminuyen e incluso se evitan cuando se realiza la administración en estructuras techadas o la frecuencia entre las reposiciones es menor.
Conclusión
La adecuada nutrición de los animales implica no solo el suministro sino también el consumo de una dieta balanceada. Este balance debe ser en proteínas, energía, vitaminas y minerales, todos ellos considerados imprescindibles tanto en el crecimiento como en la producción del ganado.