La intensificación en la ganadería incorporó la suplementación y el racionamiento en comederos según el sistema sea a campo o confinado. La revisión permanente del residual de alimento (lectura) permite ajustar variables del sistema en búsqueda de mayor eficiencia.
La definición de INTA de 2018 sobre la lectura de comederos consiste principalmente en “ajustar la oferta de alimento en base a la ausencia o presencia rechazos en los comederos”
Animales expuestos a una dieta constante presentaron mayores eficiencias productiva (kg alimento / kg ganados) que los animales a los que se les suministró el alimento a voluntad.
Si bien la lectura de comederos es una herramienta conocida hace tiempo aún encuentra mucho margen para ser incorporada en los planteos. A pesar de la adopción, la calidad de la información no es precisa encontrándose diferencias de criterios entre los que toman las lecturas, los registros no se realizan con frecuencia diaria o no se realiza el análisis de los mismos. Estas condiciones permiten que se puedan realizar mejoras sobre los procesos mejores resultados.
Ventajas de la lectura de comederos
La lectura de los comederos aporta numerosos beneficios para la empresa. Entre ellos los más importantes son:
- Se mejora el desempeño del animal mediante la optimización del consumo.
- Se disminuyen los desperdicios de alimentos los cuales componente un gran porcentaje de los costos de producción del establecimiento.
- Permite monitorear de manera sistemática el estado de la hacienda detectando potenciales problemas de forma temprana.
- Se evitan o minimizan las incidencias de enfermedades metabólicas como la acidosis.
- Permite observar, en el comedero, el mezclado y la distribución de la ración y la presencia de restos no deseables, hongos o suciedad en el alimento.
- Se puede monitorear el estado de los animales en cuanto a la conformación y los bosteos, siendo este último un indicador de la salud ruminal.
- Programar la limpieza de los comederos y alrededores.
- Detectar deficiencias en la infraestructura como ser roturas o perforaciones en caso de comederos de tela, lona o plástico.
La constancia en la lectura es fundamental. Debe hacerse en el mismo momento del día cada día y, preferentemente, posterior al período de ayuno más prolongado para lograr lecturas más certeras ya que los patrones de consumo son variables. Generalmente el ayuno más prolongado se da antes de la reposición de comida. En caso que se realicen dos entregas por día, se recomienda tomar ambas lecturas y darle mayor ponderación a la que se corresponda con el período más largo. Se destaca también que se determine un criterio único de lectura independiente de las personas que lo realicen así como no contar únicamente con una persona que esté capacitada para hacerlo.
Metodología de lectura
Está demostrado que se obtienen beneficios con la lectura de manera consistente y la toma de decisiones posterior.
La metodología que más se utiliza se basa en escalas en función de haya o no remanente (y a su vez cuanto), que se observe en el comedero, asignado una ponderación que se relaciona a cada situación visualizada.
La siguiente tabla, elaborada por la Universidad de Iowa (EEUU) muestra una de las escalas utilizadas
Valor | Descripción |
0 | Comedero limpio. Lamido. |
0,5 | Remanente de alimento. Fina capa discontinua. |
1 | Remanente de alimento. Fina capa con distribución uniforme. |
2 | Remanente de alimento. Entre un 25% y 50% del brindado. |
3 | Remanente de alimento. Mayor al 50% del brindado. |
4 | No se observa consumo. Comedero lleno. |
Respecto al formato de planillas para el registro, no hay una única versión. Lo importante es que permita visualizar la información relevada de días anteriores para poder comparar fácilmente el comportamiento de los animales expresado en el consumo evitando errores de sobre o subalimentación. Más aun teniendo en cuenta que fallas alguna de las etapas que impacten en el consumo no se manifiestan de manera inmediata pudiendo tardar entre dos y tres días en evidenciarse.
Interpretación de las lecturas
Lecturas de valor cero consistentes (tres lecturas) en el comedero indican la necesidad de ajustar la ración por subalimentación. En estos casos las correcciones deben realizarse de manera gradual para evitar trastornos digestivos. Los incrementos se realizan entre un 5% a un 10% en la cantidad a suministrar. En caso de los comederos en los que se registran valores de 1, en distintos días, la interpretación es que la cantidad suministrada es la correcta para la categoría. Si las lecturas realizadas arrojan una puntuación de 2 indican que se registra rechazo en el comedero. Para corregir esta situación hay que determinar la cantidad de kg remanente ya que, la mitad de ese valor será el que se reste para la próxima entrega. Hay que considerar que en esa entrega posterior ajustada el comedero ya va a contar con un contenido de alimento.
Adelantos tecnológicos
El sector de AgTech´s se encuentra también abocado a facilitar esta tarea mediante el desarrollo de aplicaciones que permiten un monitoreo del comedero como herramienta que permita analizar imágenes tomadas por distintos dispositivos y analizarlas en base a una serie de algoritmos. Los datos relevados, permiten luego de ser procesados mediante softwares específicos, obtener datos e información relevante para la toma de decisiones adecuando para el momento particular. Esta posibilidad reduce los plazos y aumenta la eficiencia del sistema.
Conclusiones
Realizar una correcta lectura de comederos junto con la observación del estado de los animales, la actitud que presentan y el bosteo permiten interpretan el estado actual, como están alimentándose y en caso de anomalías poder explicarlas en base a la historia registrada. Mediante esta herramienta se evitan o disminuyen desperdicios de comida, se mejora la conversión alimenticia (kg alimento/kg carne) y detectan de forma anticipada cuadros de enfermedades metabólicas como acidosis clínicas y subclínicas. Revirtiendo dichas situaciones se logran corregir pérdidas económicas que, en muchas ocasiones no son dimensionadas.