La producción bufalina creció de manera notable en los últimos tiempos en los lugares en donde antes no existían. Por ciertas cuestiones de adaptación, características de adaptación al ambiente y buena capacidad cárnica, empezaron a poblar zonas en donde eran utilizadas para producir vacunos en menor escala.
Son animales provenientes del sur del continente asiático. Actualmente existen aproximadamente veinte razas que se distribuyen a lo largo de todo el mundo. Algunas razas están destinadas a la producción de carne, pero hay otras que son destinadas para uso laboral. Son animales de trabajo, que es muy normal que eso suceda en los campos de Asia, los cuales se usan como animales de tiro, los cuales suplantan al tractor.
Como se comentó anteriormente existen muchas razas de búfalo, pero la más importante y las que más se destacan a nivel mundial es la Murrah y la Mediterránea.
La segunda tiene sus orígenes también asiáticos, pero fue definida al sur de Europa y es por ese motivo que lleva el nombre.
Italia fue pionero en la importación de estos animales, con el fin de aprovechar su uso principalmente con fines lecheros y seleccionando a la raza para tal fin.
Otra raza de importancia pero que no se nombró anteriormente es la trinitaria, la cual tiene sus orígenes en Trinidad y Tobago. Si bien su selección inicial tenía fines de producción cárnica, con cruzamientos con sangre Murrah, actualmente es una raza que se la considera más bien lechera.
Si bien son animales que a la vista son muy similares a los vacunos, es fácil darse cuenta las diferencias entre los mimos. Los búfalos son animales que tienen un cuello más bien largo, con poca masa muscular y con un pecho hacia dentro en vez de hacia afuera.
A diferencia del cuello, su cuerpo es bien musculoso, magro, con un cuero brilloso debido a que está cubierto por una película de grasa. El pelaje es más bien corto y de poca cantidad.
Todas las razas presentan cuernos y son a diferencia de los vacunos, mucho más curvos. Si bien en Argentina no es normal o no se suele usar y hacer la práctica de sacarle los cuernos, en el país vecino, Brasil, sí es una práctica que tiende a hacerse.
El descorné se debe hacer dentro de la primera semana de vida para que no le cause ningún daño al animal y esto es básicamente por la forma en la cual está conformado el propio cuerno.
Los cuernos es algo muy característico y propio del búfalo, y es por eso que nunca a los reproductores y a aquellos animales que van a ser expuestos en alguna feria o exposición se les saca los cuernos.
Son animales que pueden llegar a tener hasta un triple propósito. Estos fines son la producción de carne, de leche y también animales de trabajo y tracción.
En los países asiáticos es un gran aliado en los campos para poder trabajar la tierra, y más aún en aquellos campos en donde el tamaño y la escala no le da para tener un tractor, lo cual sería imposible poder cultivar sin la ayuda de este animal, es por eso que se lo respeta tanto en estos países.
El uso del búfalo como transporte de carga y de tiro en vez del buey, es debido a que es un animal mucho más fuerte. Se estima que a igual peso, en edad adulta, un búfalo tiene el doble de fuerza que la de un buey.
En cuanto a la carne y su calidad, un búfalo de buena genética y bien manejado, puede llegar a tener características muy similares a la carne vacuna; tanto en su textura como en su palatabilidad y terneza.
A la hora de ser faenada, la res en cuanto a la distribución de sus músculos y de sus cortes es muy similar a la de los bovinos. Lo que sí difiere es como está depositada la grasa y como está distribuida a lo largo de toda la res.
A diferencia de la vaca, no tiene grasa intramuscular y muy poca intermuscular, ya que la misma se deposita principalmente entre los órganos. Es por este motivo que se caracteriza por ser una carne sumamente magra.
Debido a que los usos y costumbres, los fines, la forma en la cual se la maneja y se la conserva es absolutamente igual al de la vaca, es que algunos campos ganaderos, en donde antes se producía principalmente vacunos, se tornan en parte a producir búfalos. Para los frigoríficos no es un problema el recibir reses bufalinas, ya que como se comentó anteriormente los cortes son idénticos y no es complicado darse cuenta la distribución de los mismos para aquel que está acostumbrado a despostar una res bovina.
Si bien son animales mucho más grandes, de mayor tamaño y peso, el rendimiento con respecto al del vacuno es menor. Esto está dado por cómo está compuesto el búfalo. La estructura y el tracto intestinal representan mucho porcentaje respecto al peso vivo, mientras que en los vacunos esta proporción es mucho menor. A esto se le suma que sus extremidades son mucho más pesadas, como es el caso de sus patas y de su cabeza.
El cuero también es mucho más pesado, lo cual hace que a la hora de que quede solo la carne, la proporción de la misma sea mucho menor. El rendimiento al gancho es en promedio del cincuenta por ciento aproximadamente, mucho menor al del vacuno.
Su relación de la cantidad de hueso con la cantidad de carne es mucho mayor a la de los bovinos, alcanzando a ser un setenta por ciento más.
En muchos casos este bajo rendimiento se ve compensado por un lado por la mayor productividad que tienen los búfalos en zonas en donde la cantidad de kilos producidos de carne bovina por hectárea sería mucho menor, y por otro lado, si se encuentra el mercado correspondiente, al tratarse de una carne poco común, se le puede llegar a sacar un sobre precio.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
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