Nutrición y alimentación en el ganado bovino; técnicas de conservación del alimento.

A la hora de pensar en que alimento darle al ganado y de qué manera poder cubrir los baches de escasez de alimento que existen en los meses principalmente de invierno, en donde el campo no produce todo lo que las vacas, o la categoría que fuere, necesita, es inevitable pensar en lo silos o mismo en los rollos o fardos.

Estas son maneras y opciones que tienen los ganaderos de conservar todo el forraje y el alimento que se produjo y que sobró, para aprovecharlo, justamente en los meses donde por cuestiones climáticas y ambientales, no se puede producir, y por ende, se necesita suplementar al ganado.

La conservación del forraje son todas las maneras o formas que existen para poder conservar de una manera adecuada todos los alimentos que se le pueden suministrar a los animales, cuando son recién cosechados y poder usarlos en las épocas en las cuales el ganadero lo decida, que por ,lo general se da, como se dijo anteriormente, en las épocas en donde la oferta de pasto es menor a la demanda requerida por el rodeo, y es necesario darle un suplemento para poder cumplir con esa demanda, y que los animales no decaigan en su estado físico y condición corporal.

Los beneficios que tienen todos estos alimentos que son conservados bajo el formato de silo o mismo rollos, no son solo a niveles de poder cubrir esos baches de escasez de pasto, sino que también sirven para poder acomodar algunos desbalances nutricionales que pueden y suelen  ocurrir en algunas fórmulas dietarías.

A su vez permite bajar la probabilidad de que le agarre timpanismo al rodeo, como así también poder aumentar la carga en algún momento del año que por diversas situaciones, tanto administrativas, como económicas, puede ser una opción para el productor en ese momento determinado.

Los tres procesos de conservación de forraje, son la henificación, el henolaje y el ensilaje, que si bien los tres tienen el mismo fin, el tipo de proceso que se hace para que se conserven y la forma en la cual se lo conserva y se lo presenta al animal, es absolutamente diferente.

En el caso de la henificación, la manera de conservarlo es por medio de una deshidratación completa, teniendo como producto lo que se conoce como heno, que es un pasto seco, que fue secado por medio de principios físicos en donde se lo deja reposar en el campo, luego de ser cortado con una segadora, y que el sol, por medio de su incidencia directa, lo seca y de esa manera, una vez seco, se lo enrolla o enfarda con una máquina especial. Queda como producto, justamente un rollo o un fardo que es suplementado al animal de manera individual en el potrero o en cualquier parte del lote, sin necesitar de mucha estructura para poder suministrar.

En este caso el forraje decae en su contenido de humedad, en un ochenta por ciento, haciendo que la falta de agua, sea un impedimento para el desarrollo de microorganismos que puedan llegar a generar la putrefacción y alterar la calidad del forraje.

El proceso por el cual se debe pasar para hacer esta conservación es primero como se decía anteriormente, hacer un corte del forraje y dejarlo en el lote de manera dispersa, expuesto al sol, para que se seque. Una vez seco lo que se hace es hilerarlo, es decir, juntarlo con una máquina y formar hileras con abundante pasto, para que luego pase el tractor con la máquina atrás, que va juntando ese pasto y se hacen esos rollos o fardos, dependiendo del tipo de máquina con la cual se esté trabajando.

Una vez hechos todos los rollos y fardos, son buscados por medio de un carro, que es tirado por el tractor, se los carga allí, y se los manda a alguna parte del campo donde estén resguardados y que estén a mano para ser usados en el momento que sea necesario.

El henolaje, es la otra forma de conservación que a diferencia del anterior, además de tener una deshidratación, que es parcial, no queda tan seco como el anterior, se le suma un procesos físico químico denominado fermentación, obteniéndose un producto semi seco, que es empaquetado en un silo, y se necesita más estructura que el método anterior para suministrarles a los animales.

La calidad del heno va a estar atada a la especie con la cual se esté trabajando y el momento fenológico de la misma a la hora en la cual se hace el corte, de las condiciones del clima durante el propio proceso, la calidad de quien hace el trabajo y maneja las máquinas, y también la forma en la cual sea almacenado, evitando que haya pinchaduras o fugas en el propio silo.

Por último, el ensilaje, es el método por el cual se conserva el forraje por medio de un principio netamente químico, que es la fermentación, en donde a causa de ese fenómeno químico, el medio en el cual se conserva el forraje es tan ácido que ningún microorganismo maléfico, llámese hongos o bacterias, pueden proliferar en ese ambiente, y haciendo que justamente nada ataque al forraje. 

Es un producto relativamente húmedo y se lo presenta a los animales por medio del silo bolsa, que son esos “chorizos” blancos, que por lo general son acomodados en filas largas en paralelo, que se suelen ver en los campos.

Las plantas para que sean conservadas y se genere ese ambiente extremadamente ácido, deben ser cortadas y picadas y deben contener ciertos microorganismos, para que hagan esos mismos procesos que generan la fermentación.

EL forraje es cortado, y la misma máquina lo pica, la que se llama justamente por ese mismo motivo, “picadora” y todo ese forraje verde es llevado o descargado a una tolva, que luego se lo compacta para que se generen estos procesos biológicos nombrados anteriormente.

A diferencia del primer método mencionado, que su cantidad de materia seca es muy baja, en este caso el silaje tiene un porcentaje de materia seca de entre un veinticinco y un cuarenta por ciento.

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

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