Los diferentes tipos de bosta y cuál es su significado en la producción ganadera

Dependiendo el tipo de dieta y situación en la que se encuentran los animales va a ser la manera de defecar de los animales y esto es un indicador para el productor para saber qué es lo que está pasando.

La primera consistencia es la que es la más blanda que se la conoce como líquida o chirla y básicamente es por el traspaso excesivo de nutrientes. Es una bosta que no tiene forma, que está esparcida en manchones y que forman una suerte de charco.

La segunda consistencia es aquella que se conoce como blanda. Es una bosta que tiene ciertos límites en su forma, que queda en el lugar cuando cae al suelo y que no llega a ser tan irregular como la líquida. Debido a su consistencia pastosa, no es una bosta que tenga altura sino que es más bien chata, esparciéndose en el espacio. En el medio se puede observar un hueco que se debe al peso de la última parte de la bosta que cayó por gravedad, generando una suerte de figura cóncava. Son de un color tendiente al gris y con un olor bastante fuerte, también debido al traspaso y poca digestión de los nutrientes y de la proteína.

Se pueden ver alguno de los elementos de la dieta que no fueron digeridos como es el caso de las fibras largas y de los granos.

Lo que se puede deducir al ver este tipo de bostas es que el porcentaje de proteína bruta se encuentra entre el diez por ciento pero no supera el veinte por ciento como en el caso de las bostas que tienen una consistencia liquida. La digestibilidad de los componentes de la dieta en su totalidad es de aproximadamente un sesenta y cinco por ciento y suelen tener un pH bajo, menor a seis.

Si este tipo de bosta tiene canaletas, o pequeñas formas que simulan una ola, se puede pensar que el porcentaje de proteína bruta se encuentra cerca (pero mayor) al diez por ciento.

Es un indicador clave de que la dieta tiene un desbalance en cuanto al contenido de fibra, superándola ampliamente el contenido de proteína. Esto hace que la eficiencia de convertir los nutrientes en carne o leche baje de manera considerable, generando posibilidad de ganancia y mismo eficiencia económica a la hora de convertir insumo en producto.

Se da en general en épocas y en animales en donde se les da en la dieta un suplemento concentrado con mucha proteína sin estar acompañado de algún rollo bien lignificado.

Si no se agarra a tiempo un animal que presenta esta bosta y no se le cambia la dieta y se afronta el problema, lo más probable es que termine en una diarrea, algo que no se quiere bajo ningún aspecto ya que el problema de eficiencia seria más agudo como también la salud del propio animal.

Una consistencia buena o la que se debe buscar es aquella que tenga un aspecto, aunque suene desagradable, de puré. A la vista se la puede ver con cierta altura o cuerpo pero no amontonada, como si buscase hacia al costado pero con los límites marcados. Es justamente de un aspecto redondo con un color marrón similar al que uno se imagina cuando piensa en esto. Tienen a la vista como olas bien marcadas, de forma circular, que son como pequeños montículos, que cuanto más chicos sean, denota que mejore la calidad del forraje que se le está suministrando.

Al igual que el tipo de bosta nombrado anteriormente, en el medio se le forma una suerte de forma cóncava pero que a la vista se la ve que es más firme, un hueco consistente que no está salpicado sino más bien formado como si fuese a propósito.

No se puede observar restos de la dieta como son las fibras y los granos, lo cual nos muestra que la dieta está bien balanceada, que pudo ser digerida correctamente por el animal y que los nutrientes fueron absorbidos de manera correcta, haciendo que la eficiencia sea muy buena.

En el campo lo que se hace para verificar la “calidad” de este tipo de bosta es clavarle algún pastito y si es fácil colocarlo, es decir, no le genera resistencia y queda parado, sin tener uno que hacerle “equilibrio” al colocarlo, la bosta es excelente.

En este caso la digestibilidad ronda en el sesenta por ciento y la proteína bruta representa entre un cinco y un diez por ciento de la dieta.

Indica un pH promedio de seis y medio, que es lo adecuado y natural en el bovino, lo cual ayuda a que se generen las reacciones químicas dentro del rumen de manera adecuada.

Una bosta firme es aquella que como su nombre lo dice, es más dura que la anterior, más consistentes, pero de color similar pero que se puede ver que a la hora de depositarse en el suelo busca una forma más bien piramidal, hacia arriba.

A diferencia de los casos anteriores, en el medio, en vez de ver una forma cóncava, se ve una forma convexa; no hay más un hueco sino que terminan en punta (no específicamente ya que es redondeada).

Tienen bajo contenido de agua, pero no llegan a ser tan secas o duras como para que uno cuando la pise se le pegue en el zapato, es decir, siguen siendo “resbaladizas”.

Este tipo de bosta indica que hay un exceso de fibra en la bosta y que al animal le está costando mucho poder “sacarle” los nutrientes al alimento y que está mucho tiempo rumiando para poder digerirlo.

En estos casos la proteína es muy baja, alrededor del cinco por ciento, con una digestibilidad baja, del cincuenta y cinco por ciento y con un pH elevado de siete.

El último tipo de bosta es aquel que es muy duro, que a la vista se ven todos los anillos que surgen de los movimientos peristálticos del intestino, que tiene un alto contenido de fibra y que si uno lo pisa, se le pega en la bota.

Este tipo de bosta no es recomendado ya que el animal está haciendo un gran esfuerzo para digerir el alimento y además está siendo poco aprovechado por el mismo.

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

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