La importancia de que los animales tengan reserva de energía en el cuerpo; la grasa.

Una de las cuestiones más importantes y en las cuales los productores ganaderos hacen foco es tener a sus animales en el mejor estado corporal posible; es sabido los beneficios de tener las vacas en óptimas condiciones, como también lo es, lo que trae aparejado vacas con malas condiciones corporales.

En la argentina donde las condiciones del mercado cambian continuamente y no existe una constancia en los precios, por ende puede llegar a suceder que de un día para el otro los números no den y sea muy caro convertir el alimento en carne, el tener a los animales en óptimas condiciones  es clave para poder tener cierto margen de error y no tener que salir a comprar, aunque sea caro, alimento para que las vacas puedan mantenerse en estado y entrar en celo, aparearse, parir y destete el ternero o la ternera sin ningún tipo de problema.

Para que se entienda correctamente, se puede hacer una analogía entre el estado corporal de la vaca y la reserva de un tanque de combustible. Cuando hay forraje o suplemento suficiente, en el caso de la analogía, combustible, la reserva no se usa, pero cuando este se acaba, se restringe o empiezan a aumentar los requerimientos del animal, como puede ser en el los momentos que está preñada y a su vez, dándole de mamar a otro ternero, las vacas van a ser uso de esa reserva, haciendo que en términos generales su condición corporal decaiga, pero sin haber sufrido, nutricionalmente hablando.

Cuando esto se revierte y las necesidades de la vaca no son tan altas, es importante volver a llenar ese tanque de reserva, aumentando la condición del animal.

Lo que nos da el estado corporal es saber cómo viene el rodeo en términos alimenticios y se puede deducir cómo es que van a venir los próximos meses. La involución o evolución del mismo nos va a determinar si se están haciendo las cosas bien o mal, permitiéndonos tomar las riendas del asunto con tiempo y evitar problemas de antemano.

Cuando la vaca esta por parir, dos meses antes empieza a generar leche de la mejor calidad para poder dársela al ternero que va a parir, haciendo que sus requerimientos aumentan considerablemente y que deba usar ese tanque de reserva.

Si no tiene un buen tanque de reserva, lo que va a suceder es que no va a producir la leche necesaria para poder amamantar a su ternero, haciendo que se genere un efecto dominó ya que su ternero también, por no haber estado bien alimentado desde el comienzo de su vida, va a ser ineficiente a futuro.

A su vez, un mal estado corporal va a ser que la vaca no entre en celo y por ende sea imposible preñarla y poder seguir con el ciclo productivo.

La forma de reserva que tienen los bovinos, como muchos otros animales, es lo que se conoce como grasa.

Es sabido que las vacas que más producen son aquellas que tienen un buen estado corporal con buenas reservas adiposas. Por más que sean animales de alto poder genético y de las mejores líneas de pedigree, si no tienen combustible, no van a poder expresar su potencial.

Se debe tener en cuenta que cuando las vacas bajan su estado corporal, se debe tratar de lograr lo antes posible la mejora del mismo, ya que si la vaca nota que su estado corporal va decayendo durante un tiempo prolongado lo que va a hacer es disminuir su gasto energético, como por ejemplo, entrando en anestro, y evitar quedar preñada.

Hay que mirar el estado corporal y las reservas de la vaca, no como un gasto, sino como una inversión a largo plazo que luego va a influir directamente en el desempeño del rodeo.

Primero, por que como se comentó anteriormente, una vaca que no tiene reservas y está en malas condiciones va a producir poca leche haciendo que su ternero no exprese su potencial y así sucesivamente en la progenie, haciendo que la efectividad y la eficiencia del rodeo caiga con el paso del tiempo, teniendo un impacto en la rentabilidad, aunque no sea notable a los ojos.

Por otro lado, si la vaca por no estar bien alimentada o estar en las condiciones correspondientes, no entra en celo y no se preña, se va a perder la oportunidad de parir un ternero, que eso sí repercute directamente, y a los ojos, en la rentabilidad del negocio.

Es por estos motivos que entender a la grasa como reserva de energía en la vaca es muy importante a la hora de decidir planteos nutricionales y hacer la planificación de los pastoreos y de la dieta en general.

Además, es sabido que es mucho más fácil recuperar a una vaca que tiene un estado corporal medio, que una vaca flaca. Si se deja pasar mucho tiempo desde el tiempo en el cual la vaca empezó a empeorar en cuanto a estado, va a ser mucho más difícil poder cargarle kilos.

Esto, como es de suponer, es mucho más caro, que tomar las riendas antes de que se decaiga notablemente. Impacta directamente en lo económico, ya que por un lado, lleva más tiempo poner a ese animal en condiciones productivas, y como dice el dicho, “el tiempo es oro”, y por otro lado, al ser menos eficiente la conversión, es más caro producir cada kilo de carne necesario para que vuelva a tener una buena condición corporal.

Se debe entender que uno puede tener cierta flexibilidad en cuanto al estado de la vaca, si bien lo ideal es tenerlas siempre en la mejor condición posible, hay momentos en los que uno puede ser más permisivo que en otros. 

Al momento de parir, se debe tratar de lograr un muy buen estado corporal, ya que lo que se quiere es que una vez parida, pueda entrar lo antes posible en celo, además de producir buena leche para su ternero ya parido. 

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

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