La importancia de la adaptación, aclimatación y cruzamientos en los rodeos

Es muy común hablar en ganadería de la necesidad de que los animales estén bien adaptados al medioambiente en el cual se encuentran. También se puede escuchar que se habla de aclimatación.

Estos conceptos hacen referencia a todas las cuestiones que hacen a que el animal esté adaptado de una manera natural en el ambiente en el cual se encuentra.

Por lo general para mejorar la producción ganadera lo que se hace es tomar las mejores características de un animal y las mejores de otro, para cruzarlo y hacer que expresen, en conjunto, sus atributos.

Este cruzamiento, se hace principalmente para que justamente el animal tenga una mejor capacidad de adaptación al nuevo lugar en el cual se encuentra, para mejorar la productividad del establecimiento y/o producir un nuevo tipo de producto que las góndolas están requiriendo o exigiendo.

Estos motivos hacen que se tenga que pensar en planes correctos para un buen cruzamiento y una buena expresión de los atributos, para justamente aprovechar estos beneficios. Esto se logra gracias a la heterosis.

Cuanto más distintos sean los individuos a cruzar en términos genéticos, más va a ser el impacto de la heterosis.

Los cruzamientos buscan por lo general, que las vacas de cría tengan una mayor tasa de fertilidad, que tengan una menor tasa de mortandad de terneros y una buena ganancia individual de cada uno de ellos. Por lo general se busca que este cruce genético modifique cuestiones que hacen a la reproducción y al crecimiento pero no a las cuestiones visuales, es decir, en el fenotipo, a no ser, que el objetivo sea otro, como por ejemplo, disminuir el tamaño del rodeo, o mismo, producir animales que tienen destino más bien estético y no productivo.

Es la mejor manera de mejorar los sistemas productivos ya que cada campo tiene su propia manera de trabajar, sus propias formas, manejos y posibilidades. Características que son buenas para un productor, pueden ser no buenas para otro. Es por eso, que comprar genética que impacta de manera positiva en el vecino, signifique que lo va a ser para uno.

Es la mejor manera para adaptar y aclimatar animales a nuestro ambiente, y no solo ambiente como tal, sino también ambiente productivo.

Se deben cruzar animales que tengan alta heredabilidad en los atributos que uno quiere introducir en su rodeo.

Los toros que surgen de estos cruzamientos, en general no son de la mejor calidad ya que, al diluir su componente genético y atributo deseado, su heredabilidad y capacidad de expresarlo en la progenie disminuye de una manera considerable.

Esto no quiere decir que no sirva ese individuo, ya que lo que se hizo en ese caso, es una mejora individual, haciendo que ese animal, no tenga fines reproductivos. En este caso  se lo castra, pasa a la categoría novillo, y pasa a tener fines productivos, siendo más eficiente en la conversión de alimento, disminuyendo el costo de kilo de carne producido.

No siempre deben realizarse cruzamientos, siempre se deben hacer en el caso que uno observe que el ambiente y el manejo están apretando el manejo, ya que se debe tener muy en claro que los animales se deben adaptar al ambiente y no el ambiente a los animales.

Cuando un animal nuevo es involucrado en un rodeo en donde el ambiente le presenta situaciones no favorables para su desarrollo natural, el efecto va a ser contrario ya que le va a ser imposible poder adaptarse y va a impactar de una manera negativa en la producción, sin poder expresar su potencial.

Esto sucede muchas veces cuando se trata de introducir características de animales de zonas templadas, que son los que más mejoramiento genético tienen, en zonas más bien tropicales. Estos animales no pueden soportar las altas temperaturas, siendo muy exigidos en mantener su temperatura corporal, haciendo que su desarrollo no sea el correcto y no puedan transmitir correctamente sus atributos para los cuales fueron introducidos en ese nuevo rodeo. Y en el caso que sí lo hagan, puede suceder que a su descendencia le cueste adaptarse, o  no sean tan eficientes.

Las cuestiones climáticas, específicamente la temperatura, es una de las variables que más tienen peso a la hora de la limitación que tienen los individuos para adaptarse o aclimatarse a un lugar.

Los problemas que surgen a causa del calor, pueden ser por un tiempo determinado, es decir, temporales o también pueden ser continuos, es decir, permanentes. Esto depende del comportamiento que tenga la vaca o el toro con respecto a la disipación del calor; si aumenta la disipación del mismo, si disminuye la disipación o si simplemente se acostumbra y el efecto de esta variable es nulo.

Aquellos animales que pertenecen a zonas más bien templadas, tienden a adaptarse de una manera más fácil a ambientes en donde existen solo picos de calor y luego desciende la temperatura, que a temperaturas más bien altas o moderadas, pero continuas a lo largo de todo el año.

Esto se puede observar en las zonas áridas, en donde se producen razas de zonas templadas, y que los veranos son secos y con altas temperaturas, pero solo durante ese periodo, y en el balance final la producción de dichos animales son buenas, ya que tienen la capacidad de soportar el verano y luego compensar la productividad en los períodos otoñales, invernales y primaverales.

La aclimatación y adaptación no es una, es decir, no se puede decir de una manera tajante si el animal se adaptó o no se adaptó, sino que existen diferentes grados de adaptación y aclimatación que hace que los animales en parte puedan convivir en el ambiente, sin expresar todo su potencial.

Hay situaciones en donde la aclimatación necesaria es mínima y los individuos casi que no sienten el cambio, pero hay otras situaciones en donde sucede todo lo contrario y la adaptación debe ser total, en donde el ambiente nuevo es totalmente diferente al de su origen y la necesidad de seguimiento sea mayor, para que pueda adaptarse y poder subsistir en ese medio.

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

pm@gr-global.com.ar