En los sistemas de engorde lo que se busca es la terminación de los animales para que lleguen a su peso de faena correspondiente y tengan como fin las góndolas y el consumo humano. Es por eso que se dice, que en la cadena productiva a campo, es el último eslabón.
Por lo general se tiende a engordar porcentualmente más cantidad de machos que de hembras, ya que estas últimas se destinan principalmente a fines reproductivos. De todas maneras, es independiente el sexo y mismo la edad, los animales que pueden ser engordados.
Es notable en función de la demanda a nivel global el crecimiento de estos sistemas y como esto ha impactado en la búsqueda de nuevas alternativas y zonas puntuales, que se fortalecieron como ganaderas.
Esto hizo a su vez que muchas de las hectáreas agrícolas, sigan siendo destinadas para los cultivos extensivos, pero el producto de la cosecha, sea destinado a la conformación de las dietas para el engorde de la hacienda y convertirlo en carne.
El aumento de la superficie de pasturas también es un hecho a causa de esta fuerte demanda y tomando protagonismo los sistemas pastoriles como lo fue muchos años atrás.
En la argentina las principales zonas ganaderas son la provincia de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba, sur de Entre Ríos, sur Corrientes y este de la Pampa. Luego el resto de estas provincias junto con Misiones, Chaco y Formosa conforman un área de gran importancia ganadera. Esto no deja de lado la importante participación, pero en parte menor, del resto de las provincias.
Lo que se busca en esta actividad es alcanzar los mayores márgenes económicos, siempre y cuando este en línea con la sustentabilidad del medio ambiente y de la filosofía de la empresa. Para que esto suceda es ser eficiente en todas las líneas, tanto de la productividad como del área comercial.
Existen diferentes tipos de engordes o invernadas en nuestro país; pueden ser sistemas 100 % a pasto, o con alguna suplementacion en algún momento clave ya sea con granos o fardos o rollos. Intensivos, lo que se conoce como engorde a corral y feedlot, y por ultimo un sistema semi intensivo que es un hibrido entre las anteriores donde una parte del ciclo es en base a pasto y la terminación se hace en los corrales.
Quien se dedica a esta actividad y quiera que sea sustentable en el tiempo, debe tener una mirada integral que no tenga que ver solo con la parte económica. En esta actividad el personal es la clave, ya que en definitiva son quienes van a llevar a cabo todo el esfuerzo que se hace en el escritorio para sacar los mejores rendimientos.
El correcto manejo de los pastos, una correcta planificación que tenga el punto optimo de animales en el campo eficientizando al máximo los rendimientos, es muy importante para que los números no aprieten.
Los indicadores o parámetros que uno debe analizar para ver cómo va el negocio y llegado el caso tener que tomar las decisiones necesarias son: el aumento diario del peso vivo, la carga animal, el tiempo de permanencia en los corrales, eficiencia de stock, cantidad de carne producida por hectárea efectiva, eficiencia de conversión del alimento en carne y la mortandad.
La ganancia de peso es la más importante ya que en definitiva es el producto que vamos a vender y actúa como efecto multiplicador en nuestra cuenta. Algunos de los factores que afecta a este indicador es el tipo de alimentación del animal, el sexo, la edad, su sanidad, tipo, calidad del agua, condiciones climáticas y su situación en lo que a bien estar animal respecta, entre otros.
La carga animal, que es la cantidad de animales que tenemos en una hectárea, otro parámetro importante, está condicionado por la eficiencia del uso del pasto, por cuanto pasto estamos produciendo y su relación con la demanda de nuestro rodeo y la capacidad de poder suplementar llegado el caso.
A la hora de analizar la empresa los indicadores que se deben ver respecto a la parte productiva, son los kilos de carne por ha producidos. Respecto a la parte económica, se deben observar, que son consecuencia, en parte, del punto anterior, el margen bruto por hectárea, el costo directo por hectárea y el ingreso neto por hectárea.
La información financiera que debemos tener para saber donde está parado nuestro negocio ganadero es el resultado financiero y la relación que hay entre los ingresos y los egresos. Como última cuestión a ver es el estado patrimonial, tanto activo como pasivo y la evolución del mismo.
El resultado económico de la invernada se da por el margen de los kilos que se produjeron y el margen que se le obtuvo en el precio de la compra y la venta.
A la hora de elegir que hacienda vamos a engordar se deben tener en cuenta algunos aspectos. Hay que elegir animales que creemos que van a ser más eficientes no solo económicamente hablando si no que también a la hora de convertir el alimento en carne y tener en cuenta que animales más pesados cuesta más engordarlos. A su vez por cuestiones culturales en argentina se suele pagar más al liviano que al pesado; la vaca tiene una buena relación en el precio de compra y de venta pero suele ser más riesgosa.
Un tema no menor que se le debe prestar atención, es la calidad del agua, ya que es tan o más importante que la propia dieta. Dependiendo de las condiciones en las cuales se encuentra la hacienda va a ser su consumo como también el contenido de sales. De todas maneras se estima que aproximadamente en promedio consumen el 10 % de su peso vivo.
La calidad del agua se puede medir por su contenido en gramos de sales totales diluidas en un litro de agua. Existen sales que se las considera como beneficiosas y otras que no lo son, como el caso del sulfato de magnesio y sodio.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
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