La bosta de los bovinos está compuesta por todos los elementos que el animal no digirió o que pasó directamente por el tracto digestivo, y por agua. Esto hace que las heces sean un indicador clave para poder saber si la dieta del animal está correcta, o poder determinar con cierta anticipación problemas a futuro, o mismo actuales.
La observación y la clasificación es una herramienta que puede llegar a ayudarnos a poder hacer un buen diagnóstico.
Esta clasificación está dada principalmente por las características de las heces según su forma y disposición en el suelo como su densidad o consistencia.
Existen principalmente cinco tipos de consistencias, en donde cada una de ellas tiene ciertas características e informan distintas cuestiones.
Estas consistencias son:
1- Líquida: Aquellas botas que son más bien líquidas, que a la vista uno puede notar que tiene características de diarrea, en donde se las ve desparramadas en el suelo, sin ningún tipo de forma, con un color por lo general verde oscuro. Tienen mucho contenido de agua y suelen ser expulsadas del cuerpo del animal de a cuotas, y de a chorros, no de manera continua por los movimientos peristálticos y la poca densidad de la misma.
Al tacto se le puede notar una suerte de moco que hace que sea más bien resbaladiza. Esto se debe a la irritación que le provoca este tipo de bosta en el intestino. La proteína en este caso no es aprovechada y por ende no es digerida por el animal, lo cual hace que el mismo la expulse de manera directa, provocando ese olor fuerte que caracteriza a este tipo de bosta.
En estos casos uno puede ver al animal, sin tener que ver la bosta en el suelo para poder determinarla. Esto se debe a que debido a su consistencia, gran parte de la bosta se le pega en la nalga y en la cola, como así también en los garrones.
Las causas de este tipo de defecación son varias pero principalmente está dada por intoxicaciones, parásitos, alguna infección, o mismo por cuestiones ambientales como pueden ser la exposición a altas temperaturas.
Estos casos son muy importantes de atender ya que demuestran que hay un desbalance nutricional grave en el animal, que puede generarle grandes problemas a futuro.
En el caso de que se observe esto en sistemas de encierre a corral y dietas a grano, el color es más bien grisáceo, lo cual puede indicar de manera prematura una acidosis.
2- Blanda: Este tipo de bostas tienen una consistencia más bien pastosa, en donde a diferencia de la anterior, ya queda en su lugar cuando es defecada por el animal. Si bien toma forma cuando cae sobre el suelo, puede observarse que esta más bien aplanada y con un hueco en el medio a causa de la última parte que cayó. Puede observarse restos de material del alimento lo cual indica que hay una baja eficiencia de conversión alimento/carne.
3- Balanceada: En estos casos se puede ver que la consistencia no es ni dura ni blanda. Se puede observar que tiene una buena forma en el suelo, más bien redondeada, bien distribuida, donde también se pueden observar de manera ligera las ondulaciones provocadas por la caída de la bosta, pero sin ser exagerada ni con restos de salpicaduras.
Es homogénea y como su nombre lo dice, balanceada. Sin exceso de humedad, y en donde no pueden verse los restos del alimento, lo que quiere decir que el estómago de la vaca o del bovino los pudo digerir de una buena manera y que todos los atributos fueron aprovechados al máximo
4- Firme: Se puede observar que sin bien se queda en el lugar en donde cayó, la forma que tiene no es redondeada como la anterior, sino que toma una forma irregular pero bien definida debido a su alta consistencia.
Esto indica que la dieta está compuesta por un alto porcentaje de fibra y que el alimento es retenido por un largo tiempo en el rumen, bajando el consumo voluntario del animal.
5- Dura: Son bostas que como su nombre lo dice, son duras al tacto y que puede verse de una manera muy marcada los movimientos peristálticos del intestino. En la mayoría de los casos lo que nos está mostrando es que hay una posible deshidratación o que las pasturas y el forraje se encuentra en un estadio muy avanzado.
Se debe tener en cuenta que este tipo de división y clasificación es más bien subjetiva y depende de la zona en la cual se esté produciendo y mismo los forrajes con los cuales se esté suministrando el alimento, como también el agua, la temperatura y el manejo que se esté realizando.
Lo ideal es que los animales tengan una bosta pareja y consistente en donde no pueda verse restos del material que consumen, ya que de esta manera uno puede suponer que el alimento fue bien digerido y aprovechado de una buena manera y eficiente.
Todas las bostas pueden mejorarse con un ajuste en la dieta y manejo. Cuanto antes se detecte el problema y antes se determine, antes se puede tomar la decisión que va a generar la mejora y evitar que el problema se extienda en el tiempo y genere pérdidas.
La digestibilidad del alimento es una de las características fundamentales que hacen a la forma y a la consistencia de la bosta, lo que hace a la eficiencia de uso y conversión del alimento que el animal consume.
A la hora de hacer todos estos análisis se debe prestar atención si el tipo de bosta que se está analizando es representativa o si solo se está viendo lo que sucede en un individuo o pocos. Esto es clave para tomar buenas decisiones y que tengan un impacto en la totalidad o mayoría del rodeo. Suele suceder que se tomen decisiones que impacten en unos pocos animales, ya que el problema justamente se encuentra en una porción menor del rodeo y termina siendo más caro el remedio que la enfermedad.
Como se dijo anteriormente, cuanto más representativo sea el estudio y cuanto antes se haga la observación, menores van a ser las pérdidas a causa de la baja eficiencia alimenticia.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
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