Dentro del negocio ganadero, específicamente en los rodeos de cría, la fertilidad es la clave para que el negocio traccione, ya que una vaca que no puede quedar preñada, obviamente no puede gestar, parir y destetar un ternero, que es el fin de este negocio.
Básicamente los resultados de análisis a la hora de cerrar el ciclo dependen de la calidad de los terneros, de la cantidad de terneros que fueron destetados y el peso de cada uno de ellos.
Esto explica porque a la hora de seleccionar los animales que uno va a dejar para producir, o a la hora de salir a comprar, se eligen como prioridad animales fértiles, antes que todo lo que tenga que ver con lo estético.
La fertilidad por sí sola, no es que no tenga importancia, sino que tiene que venir acompañada de otros factores ya que, son tan importantes como la propia fertilidad para que esta se pueda expresar. Estos factores de tal importancia, que tienen que acompañar esa cualidad, son el buen manejo del rodeo, una dieta adecuada que cubra sus necesidades y por último, que los animales estén sanos.
Más allá de que una vaca seca no nos va a generar ingresos, además de eso, lo que nos genera, sumado al costo de oportunidad, es un costo alto ya que una vaca que no está preñada consume casi lo mismo que una que sí lo está, pero que va a generar cierto ingreso para cubrir esos costos.
Puede suceder que exista un periodo determinado donde la fertilidad tal vez sea nula, y no esté ligado íntimamente a cuestiones genéticas, sino más bien a cuestiones momentáneas, como puede ser alguna enfermedad.
También puede suceder que haya una suerte de disminución en la fertilidad, porcentualmente hablando, lo cual puede ser causado también por enfermedades, más allá del manejo y la nutrición.
Todas estas situaciones no son graves si uno las atiende a tiempo ya que puede ser reversibles, diferente es el caso en el cual la infertilidad se debe a la esterilidad del animal, algo que no es reversible y que se debe tomar cartas en el asunto inmediatamente, descartando esos individuos del rodeo, para que sean reemplazados por animales que sí sean productivos.
Para que la producción de terneros y terneras suceda de manera regular todos los años los animales, tanto los reproductores machos, como las hembras que van a gestarse, deben tener ciertos atributos fisiológicos y que se cumplan para que esto suceda.
En el caso de las hembras, deben entrar en celo en un momento determinado para que pueda ser montada por el toro que está en servicio, tiene que tener óvulos con gran capacidad de fertilidad en un entorno conveniente para el desarrollo del embrión y del feto, y que luego pueda gestar de manera correcta durante todo el ciclo al ternero, para parirlo correctamente y amamantarlo hasta que el mismo se destete.
En el caso de los toros o toritos, tiene que poder producir muchos espermatozoides que tengan capacidad de fecundación y que pueda montar sin problema para que esos espermatozoides lleguen al sistema reproductor de la vaca. Además tiene que tener buenas condiciones corporales y físicas para montar a la mayor cantidad de hembras posible.
Los animales expresan cualidades externas que pueden darle lugar al hombre para hacer ciertas observaciones y juicios para con la fertilidad del mismo. Si bien hay cierta correlación entre estas observaciones y la realidad, no se debe olvidar que es un análisis netamente empírico y que depende del juicio y poder de observación de quien lo analiza.
De todas maneras, es importante conocer alguno de los conceptos que hacen a que uno pueda, con el simple hecho de ver al animal, si tiene potencial de fertilidad o no.
En cuanto al tamaño, las hormonas de fertilidad tienen una gran influencia en la apariencia y el tamaño del animal. Se puede observar a los animales que están capados, que no están influenciados por estas hormonas, que son menos morrudos y musculosos, mas afeminados, como también en el caso de las hembras. Una hembra fértil, es aquella que a simple vista uno puede ver que está bien “plantada”, que se para de manera correcta y firme.
Las hormonas sexuales tienen gran influencia, cuando se está en la etapa de desarrollo, en el crecimiento óseo del animal. Cuando el animal es muy viril, la etapa de la osificación es muy marcada y tienen un crecimiento determinado y definitivo, mientras que en lo que no lo son tanto, esta etapa se extiende y el crecimiento de este tipo se enlentece, es por eso que se los ve más alargados y menos compactos a los animales poco fértiles.
Lo mismo sucede con las vacas, toda la parte de las costillas y del esternón, si la fertilidad y la presencia de hormonas no es tan alta, sigue creciendo y también da la sensación de un animal más largo. Es por eso, que las vacas más fértiles, a la vista son más anchas.
Esto no quiere decir que los animales más grandes y morrudos sean los mejores, ya que a veces, eso hasta puede llegar a ser algo malo o un signo de infertilidad ya que pudo haber sido producido por un desbalance hormonal, algo que no queremos en nuestro rodeo.
La testosterona es la hormona que más expresa virilidad y a simple vista se puede ver, ya que actúa directamente sobre los músculos y la disposición de la grasa y la dureza de los músculos, ya que la presencia de esta genera una hipertrofia en los mismos.
Se demostró que toros con testículos más grandes son más fértiles, y es por eso que a la hora de seleccionar un reproductor suele medirlos; algo conocido como la circunferencia escrotal.
Como para el toro son los testículos, para la vaca son los cuartos traseros. El estrógeno, a diferencia de la testosterona, hace que la vaca no tenga hipertrofia en los músculos, y se puede observar, en estos casos donde la hormona es alta, músculos más bien lisos debido a esto, signo exterior de fertilidad.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
pm@gr-global.com.ar