Cómo hacer para tener una buena eficiencia reproductiva en las producciones lecheras

Para todo tipo de trabajo que uno esté haciendo y con ánimos de mejorarlo, lo que necesita es hacer un buen plan de trabajo, en conjunto con un buen plan de recolección de datos.

Es muy importante este punto, ya que es muy difícil poder tomar decisiones por lo que no se sabe o no se conoce.

Es por eso que para empezar a pensar en trabajar para poder tener una eficiencia productiva alta es clave amar un sistema que nos permita identificar a los animales y poder registrar cada una de las variables que consideramos importantes para nuestra producción.

Cada una de las vacas que estén en el establecimiento tienen que tener una manera de poder identificarla de manera individual, y los más fácil para ello es hacerlo por medio de un número único de identificación que la va a acompañar durante toda su vida productiva, y se hace por medio de lo que se conoce como caravana.

La caravana es una pieza de plástico, que se le coloca en la oreja de la vaca, como si fuese una suerte de “arito” que tiene impreso ese número único de identificación.

A su vez, esa caravana va acompañada de lo que se conoce como botón, que cumple la misma función que la caravana, pero que es mucho más chico, y casi imposible de que se lo saque o se le caiga.

La caravana es grande para que se pueda ver a una distancia relativamente lejos el número del animal, y esto trae como consecuencia que también sean fáciles de perderse y de que se las saquen, como por ejemplo, rascándose con un alambre. Es por eso que se le pone el botón para poder identificarla si es que se le pierde la caravana.

Una vez que se puede identificar a cada una de ellas, lo que se hace es armar un registro, o mejor dicho, una planilla en donde se puedan registrar todos los eventos que suceden y poder atribuírselos de manera individual a cada una de las vacas.

Dependiendo de qué tan grandes y de que tan profesionales sean los establecimientos, o también del alcance que tengan para recabar la información, van a ser los sistemas de registro que se usen.

En el caso de los productores pequeños, no tienen muchos recursos o maquinas que les permitan poder tomar mucha información o muy precisa, es por eso que suelen llevar una suerte de tarjeta que le pertenece a cada una de las vacas, y ahí va anotando todos los eventos que se le ejecutan a la misma.

Estos eventos son todos los que están asociados a la parte reproductiva y de salud en términos generales, como así también los datos que estén vinculados a lo que a la producción de leche se refiere y salud propia de la ubre.

Cuando los establecimientos son más grandes, con mayores posibilidades tecnológicas y con personal capacitado que pueda usar, por ejemplo, una computadora, se usan programas que están desarrollados específicamente para la actividad lechera y que generan los cálculos y análisis de cada uno de los animales de manera automática.

En algunos casos, el productor o el operario es el que tiene que insertar los datos y la información para que se ejecute el análisis,  y en otros, donde la tecnología ya esta avanzada, las propias computadoras o los sistemas de ordeñe son los que nutren la plataforma para que haga estos análisis.

Estos programas además tienen la posibilidad de que se le hagan reportes de manera automática mes a mes y mismo poder programarlo para que tire un alerta si alguno de los parámetros productivos que se están analizando estan por debajo del estándar o de los valores que se establecieron para poder mantener esa eficiencia de producción y reproducción.

Cuando se busca mejorar o mantener la eficiencia productiva, una de las primeras cosas que se deben tener en cuenta y prestar mucha atención para hacer un correcto análisis, es que las vacas que transcurrieron lo que se conoce como periodo de espera, sean preñadas en el tiempo que corresponde.

Una buena meta es poder hacer que más del ochenta y cinco por ciento de las vacas que ya tuvieron a un ternero, puedan ser enterradas dentro del mes siguiente al periodo de espera.

Para que esto suceda se debe tener en cuenta todos los aspectos que hacen, justamente, esto suceda. Y estos aspectos son aquellos que hacen referencia al manejo de las dietas y de los nutrientes que la vaca recibe en estos periodos donde los requerimientos son muy altos, que no tengan problemas a la hora de parir al ternero y que estén saludables para poder parirlo, criarlo y destetar, sin perder en ningún momento su estado físico ni bajar su producción de leche.

Es muy importante poder tener un registro individual del evento nombrado anteriormente, para saber que vacas lograron el objetivo y cuáles no. En el caso que no, sacarlas del rodeo.

Se debe llevar de una manera muy prolija los períodos de preñez de cada una de las vacas, ya que se debe tener en cuenta que cada tambo necesita, dependiendo de su manejo, una cantidad determinada de vacas preñadas en los diferentes meses, lo cual depende, además del propio manejo del establecimiento, la eficiencia de preñez que viene manejando en los últimos años.

Una vez que se sabe con precisión cómo es la dinámica del propio tambo, es cuando se puede determinar con una precisión considerable, que cantidad de vacas se necesitan que estén preñadas en cada uno de los meses del año.

Conocer la efectividad de la preñez va a acompañar la decisión de determinar cuántas vacas, para tener un margen de error, van a entrar a entore cada mes.

Es decir, para ser eficientes en niveles reproductivos en los establecimientos que tienen como objetivo producir leche, se debe conocer con exactitud, los índices productivos individuales de cada una de las vacas que conforman al rodeo, principalmente índice de preñez post servicio y producción de litros de leche diarios.

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

pm@gr-global.com.ar