Los bovinos son animales gregarios, que se manejan en grupo, en manada y tienen ciertos comportamientos a la hora de cumplir sus actividades vitales; una de ellas, es el consumo del agua.
Como en todos los grupos de animales, que tienen estos comportamientos gregarios, existen individuos que dominan y otros que son dominados y esto afecta a los hábitos reproductivos y de consumo.
En términos generales, los bovinos toman agua aproximadamente diez minutos al día, pero puede llegar a suceder que debido a estas cuestiones de dominancia, algunos le dediquen más tiempo que otros, hasta incluso pudiendo ocasionar que uno de ellos no tenga acceso al agua.
Las cuestiones fisionómicas también afectan al consumo del agua, por ejemplo, los animales que tienen cuernos grandes tienden a tomar agua primero que los que no tienen.
Es de entender que cuanto más calor hace, mayor es el consumo, ya que el agua fresca es el mejor remedio contra la alta temperatura corporal y ayuda a regular y disminuir el estrés calórico.
La temperatura del ambiente no solo modifica la cantidad de agua que los animales toman, sino que también la periodicidad con la cual la consumen. Normalmente tienden a hacerlo en periodos de no menos de dos horas, mientras que estando bajo estas condiciones, estos se acortan y lo hacen más seguido.
En estos casos lo que se debe hacer es que el agua esté lo más cerca posible de los animales y que esté en un lugar en donde esté bajo la sombra, para que el agua no esté tibia, sino más bien fresca, y que los animales también puedan, descansar frescos, luego de haber bebido.
Esto es algo a tener en cuenta, ya que los animales prefieren estar debajo de la sombra antes que ir a tomar agua, cuando las situaciones son de extremo calor.
Es sabido que cuando los animales toman menos agua, comen menos, teniendo un efecto directamente sobre la productividad. Cuanto más comen, debido a que el alimento tiene calorías, más necesidad de agua tienen, por ende, la disponibilidad de la misma es clave.
Aproximadamente, ante una situación normal, en donde los animales están consumiendo pasto y los lotes no son muy grandes, se acercan la bebida unas tres o cuatro veces al día a los bebederos.
Como se comentaba anteriormente, su comportamiento de manejo en grupo, por un tema de supervivencia, cuando el primer animal encara hacia la aguada, todo el rodeo va a hacerlo, independientemente si tiene la necesidad de tomar agua o no.
Diferente es la situación en los ambientes en donde los campos son montes cerrados, de grandes extensiones, donde los bebederos se encuentran lejos de donde los animales pastorean. En estos casos, se acercan a la bebida con una menor regularidad. Cuando las temperaturas son altas, suelen ir solo una vez al día a tomar agua, mientras que en los meses fríos de invierno, pueden llegar a pasar hasta dos días sin que se acerquen a la bebida.
Esto se debe básicamente, primero porque tienen un gran desgaste energético en llegar hasta el agua, y además porque no tienen la necesidad ya que la regulación de la temperatura corporal, a diferencia de los meses cálidos, la hacen por medio del alimento y las calorías, ya que necesitan aumentarla y no disminuirla como es el caso en el verano.
Un ejemplo claro de para qué sirve conocer este tipo de comportamiento, es que en los campos donde predominan las sierras y juntar la hacienda es muy difícil, lo que se hace es cortar el suministro de agua que tienen cerca en la montaña, abriéndole paso a la aguada que está abajo, cerca de los corrales. Esto va a hacer que los animales bajen y se acerquen a la manga, sin tener la necesidad de ir a buscarlos, perder tiempo y lidiar con las irregularidades del terreno.
Los pastos de menor calidad también hacen que los bovinos consumen mayor cantidad de agua. Es entendible ya que los pastos malos tienden a tener más lignina y son más secos, lo que hace que por un lado no sume el agua del pasto a la dieta y por otro, que tenga que hacer un mayor esfuerzo para digerir ese alimento.
La calidad del agua también influye directamente en el comportamiento del animal a la hora de consumirla. En algunos casos, las vacas solo toman agua a la noche, ya que la cantidad de anhídrido carbónico, que está en el agua a causa de una menor temperatura, es mayor, si uno lo compara con la del día que está más caliente, haciendo que sea más alcalina y menos palatable.
Cuando el agua está en la parcela, como puede suceder en los manejos en los cuales se aplica los principios de voisin, este comportamiento de ir en grupo no se respeta, ya que la tienen ahí al lado, y cuando cada uno de ellos siente la necesidad de ir a tomar lo hacen, ya que tienen a sus pares alrededor, cerca y se sienten protegidos.
Saber esto también es un concepto importante ya que puede llegar a ser una solución a lo que se mencionó anteriormente de la dominancia y que algunos animales, debido a esto, no llegan a consumir agua, implicando pérdidas en el rendimiento y productividad.
Las vacas preñadas y que se encuentran lactando, tienen una necesidad mayor de tomar agua; se puede notar y está a simple vista, que la producción de leche está íntimamente ligada a la disponibilidad del agua. Si esta no está presente o de una manera acotada, se ve como disminuye, en el caso de las vacas que están destinadas principalmente a la producción de leche, la cantidad producida de la misma.
Debido a esto, este tipo de animales deben tener disponible ni bien salen de la sala de ordeñe, la mayor cantidad de agua posible y de mejor calidad para que puedan producir y recuperar la leche que le sacaron.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
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