Cómo afecta la edad, el tamaño y la condición corporal de las vacas en la producción individual de leche y la importancia de la misma.

En las producciones lecheras la edad de las vacas es uno de los factores que más inciden a la hora de hablar de cantidad de leche producida a nivel individual. Los animales jóvenes producen menos leche que las vacas adultas. A medida que las hembras van creciendo, también lo hacen los litros de leche que producen de manera diaria,  subiendo con una curva positiva hasta los seis o siete años, para luego tener una curva negativa a medida que van envejeciendo.

En términos generales las vacas tienen su pico productivo de producción de leche cuando están transitando el cuarto parto. Estas cuestiones de la edad y la relación que tiene con la producción de leche, está ligado a que las vacas, que tienen seis años de edad, tienden a destetar terneros más pesados que los que desteto en los primeros partos.

Si bien la edad es un factor que está comprobado que afecta en el tiempo la productividad de la vaca, el ambiente también es determinante. En los ambientes en donde la vaca siempre tuvo acceso a una buena pastura, tanto en cantidad como en calidad, se puede notar que, el comportamiento ascendente de producción se respeta y también se mantiene a lo largo del tiempo. Esto sin ninguna duda tiene un efecto positivo en la producción individual de cada una de las vacas a largo plazo.

Por lo contrario a lo que se puede pensar o razonar, usando el sentido común, en los rodeos en donde se manejan a todas las vacas de manera igual, con el mismo acceso a la dieta, no es raro encontrar que las vacas que tienen el mejor estado corporal o mismo las más pesadas, son las que tienen a la cría mamando en un estado peor que otras vacas con una condición corporal menor a las de ellas.

Esto se debe que en las circunstancias en la que la vaca está gestando el ternero, y tiene un muy buen estado corporal, a veces, se debe a que la vaca no produce la cantidad de leche suficiente, y todas las reservas de más que tiene de la dieta, en vez de convertirlas en leche, las convierte en grasa mejorando su propio estado. 

Esta baja producción de leche hace que sea escasa para el ternero y que el mismo tenga un estado corporal malo, que no condice con el de la madre.

Esto hace pensar que la relación que existe entre el peso del ternero al nacer y el peso del ternero a la hora de ser destetado, con los kilos que tiene la vaca al mismo tiempo, suele ser de carácter negativo.

Cuando se dice que una vaca es buena madre, se hace referencia a que ocurre absolutamente todo lo contrario a lo que se comentó anteriormente. Este tipo de vacas suelen sacar sus propios nutrientes de las reservas, para transformarlos en leche, haciendo que hasta pierdan peso durante este periodo si es que la dieta no puede suplir todos sus requerimientos. 

Este tipo de comportamientos hace pensar que esa vaca, aun en tiempos malos, le va a dar prioridad siempre a su progenie y no a ella, lo cual es un acto natural que es valorado por el productor a la hora de decidir qué vacas quedan como productivas y cuáles no. En el caso de las vacas del ejemplo anterior, ante esta misma situación de escasos recursos alimenticios, jamás le pondrían prioridad a la producción de leche y le darían prioridad a su propio estado corporal.

Esto no quiere decir que en todos los casos el comportamiento de la relación entre el peso del ternero al nacer y el peso del ternero al destetarse, con respecto al peso o al estado corporal de la madre, sea negativa. En algunos casos puede suceder que esto se invierta y la relación pase a ser positiva. Esto se debe a que el peso no siempre es algo que va atado a la condición corporal del animal, ya que esta última depende de varias cuestiones, entre ellas el tamaño y madurez de la vaca en cuestión.

Cuando el rodeo es parejo y todas las vacas son de la misma raza y tienen las mismas características, ahí si el peso tiende a ser una variable que permite tomarse como válida para determinar la diferencia del estado corporal entre unas y otras. Ahí sí, las vacas con mayor peso van a ser las que estén en mejor estado corporal. A su vez, se debe tener en cuenta que las hembras que son de mayor tamaño, al ser servidas con el mismo toro, van a parir terneros lógicamente más grandes que las vacas de menor tamaño. Esto hace que el ternero ya arranque con un mayor peso al nacer y la diferencia entre el peso de nacimiento y de destete se vea alterada.

De todas maneras, mas allá de la variabilidad y los motivos por los cuales algunas vacas producen más leche que otras, y por ende son más productivas, independientemente si se trata de un rodeo de cría para carne o un rodeo de leche, el factor que más se relaciona con este asunto es la dieta que se le está dando al animal.

Por más que el rodeo tenga la mejor genética, sea inseminada con el mejor toro del mercado, que tiene todas las condiciones para dar un ternero o una ternera de óptimas aptitudes productivas, si no se le da buen alimento, jamás va a tener la posibilidad de generar la leche suficiente para poder darle a su progenie los nutrientes suficientes para desarrollar justamente esas características.

Por estos motivos, hay razas, que por cuestiones genéticas y de heredabilidad, tienen una muy buena capacidad de producir leche durante sus gestaciones, pero no tienen otras cualidades necesarias para ser utilizadas en las producciones convencionales, y son destinadas para ser cruzadas y poder diseminar esa cualidad materna dentro de los rodeos, tanto de cría como lecheros.

Autor:

Piero Montelli

Director Gr-Global | Productor Ganadero

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