Cuando los terneros nacen, su curva de evolución no es la misma a lo largo de toda la vida. Al principio la curva de crecimiento es exponencial y crece mucho en un periodo de tiempo corto, para luego aplanarse y empezar a engordar, que no es lo mismo que crecer.
Cuando hablamos de crecimiento, hablamos del desarrollo del animal, que va más allá de la ganancia de peso, y comprende más que nada la evolución del sistema nervioso, óseo y muscular, que se da en los primeros meses de vida, hasta llegar a su madurez.
Cada una de las partes que conforman al ternero no tienen la misma velocidad de desarrollo. Dependiendo en el momento de desarrollo en el cual se encuentra el animal, va a ser la distribución de los nutrientes que absorbe de la dieta y el destino que van a tener los mismos. Se tienen prioridad para con esta distribución, empezando primero en la correcta evolución del sistema nervioso, luego de los huesos para seguir con la masa muscular y la acumulación de grasa.
Lo mismo sucede a la inversa, una vez que el animal está desarrollado, si los nutrientes empiezan a faltar, lo primero que va a hacer el bovino es suprimir la distribución del mismo a la creación de grasa. Si la restricción aumenta, el animal empieza a catabolizar su tejido muscular, empezando a ser una situación poco saludable.
Si uno hace un ejemplo de tres situaciones en donde en la situación uno, hay un alto contenido de nutrientes, en la situación dos una cantidad normal y en una situación tres hay un déficit de los mismos, el flujo de los mismos en el torrente sanguíneo sería de la siguiente manera:
Situación 1: al no estar restringido la cantidad de nutrientes los mismos irían principalmente al sistema nervioso, a los huesos, a los músculos y por último a la acumulación de grasa.
Situación 2: la cantidad de nutrientes destinados al sistema nervioso decae, como así también al sistema óseo y muscular, siendo nula la acumulación de grasa.
Situación 3: en este caso, al tratarse de un déficit nutricional, lo poco que tiene lo va a utilizar para su sistema nervioso y en parte óseo, sin destinar nada a los músculos, y hasta incluso, tomar nutrientes de la grasa acumulada, para poder cumplir con todas sus funciones vitales.
Es decir, sabiendo esto, cómo se distribuyen los nutrientes en función de la cantidad de los mismos, se puede deducir que la única manera en que los animales van a ganar peso y acumular grasa es cuando hay un excedente de nutrientes que van más allá de lo que necesita el bovino para su sistema nervioso y óseo.
Las prioridades también existen durante el periodo de gestación. Los terneros cuando nacen, la parte ósea está mucho más desarrollada que la parte muscular, y se debe tener en cuenta, que estos músculos crecen en función del tamaño del esqueleto, del cuerpo del animal.
Si bien el foco en esta etapa no es acumular grasa, a medida que aumenta la masa muscular también aumenta mínimamente el depósito de grasa, ya que luego de la madurez, esta disposición de grasa es mucho más acentuada.
Es lógico suponer que esta prioridad está dada en los elementos que hacen y que son claves al funcionamiento vital, es por eso que por ejemplo, la parte reproductiva es una de las últimas que se desarrollan. Por ejemplo también, los huesos primero siempre crecen en largo y luego en ancho.
Los órganos que crecen y que se desarrollan antes que el resto son los ojos, el cerebro, los riñones y el corazón. Esto se da por una cuestión de funcionalidad.
En la edad de desarrollo y de crecimiento el aumento no es de manera pareja, y todas las partes del cuerpo crecen de una manera distinta.
Lo mismo sucede cuando se encuentra dentro de la panza de la vaca, y es por eso que cuando recién nacen tienden a tener la cabeza bien grande en proporción con el cuerpo y las patas y manos largas y flacas, siendo muy finitos si uno los ve desde arriba, con la parte de atrás, el anca, muy poco desarrollada, pero por dentro con los órganos vitales bien desarrollados, los cuales representan el mayor porcentaje de su peso total.
Cuando pasa un tiempo determinado y el animal llega a la madurez fisiológica, sucede lo inverso; la cabeza es más bien chica y con un cuello corto y grueso en proporción al resto del cuerpo como así también las patas y las manos las cuales quedan cortas si uno lo ve y comprar con la caja de la vaca, y más aún en los toros. Lo mismo sucede con los cuartos traseros, los cuales hacen que la vista que se tenía un principio desde arriba en el cual el ternero parecía fino y largo, sea algo más bien de forma cilíndrica y compacta.
Cuando se habla de precocidad en el desarrollo de los animales se hace referencia a la posibilidad que tienen los animales de justamente desarrollarse de una manera acelerada o por arriba de la media, para poder acomodar todas sus partes de manera adecuada y que todas trabajan de manera correcta y funcional.
Como se comentó anteriormente cada una de las partes tienen su propio desarrollo y es necesario que todas crezcan de manera armoniosa y en el momento adecuado, de la manera adecuada para que ninguna estorbe la funcionalidad de la otra.
En ganadería a veces se juega con esta característica de precocidad en la selección de la genética para poder destacar algunos atributos del individuo que ayudan a mejorar la eficiencia productiva del establecimiento. Un ejemplo es el desarrollo precoz de las hembras que son destinadas el servicio y a la cría, ya que de esta manera se le puede sacar un ternero antes de tiempo.
Autor:
Director Gr-Global | Productor Ganadero
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